No lo concebí como un libro. Ni siquiera como un proyecto. Solo quería escribir un artículo corto sobre Cortocircuito, esa película ochentera donde un robot escapa del laboratorio y empieza a aprender palabras como un niño curioso. Pero mientras repasaba su historia, los números, las reseñas, me di cuenta de que había algo ahí. Algo que nadie había contado del todo bien. Un fracaso disfrazado de éxito. Una historia cultural invisible.
Y ese tipo de cosas, como algunos sabrán, me obsesionan.
Entonces empecé a tirar del hilo.
Una pregunta se instaló en mi mente y ya no me dejó tranquilo:
¿Por qué un personaje con tanto potencial emocional, narrativo y comercial no logró establecer una franquicia duradera?
En una época donde hasta las ideas menos sólidas conseguían múltiples secuelas, resulta intrigante que Cortocircuito se limitara a dos entregas. ¿Qué había pasado?
Al poco tiempo, ya no estaba escribiendo un artículo. Estaba organizando carpetas, clasificando PDFs, creando líneas de tiempo, comparando cifras de taquilla semana por semana, viendo entrevistas perdidas en VHS resubidas a YouTube, y —lo más revelador— buceando durante semanas en Newspapers.com, donde con mi suscripción semestral logré rescatar más de 120 recortes de prensa contemporáneos que documentaban, en tiempo real, cómo fue realmente recibido Short Circuit y su secuela.
Ahí fue que me di cuenta: esto ya no era un artículo.
Esto era un libro.
De artículo casual a libro documental
El texto empezó a crecer solo. Orgánicamente. Fluido. Sin mapa. A veces escribía dos páginas de un tirón; otras veces pasaba toda la semana procesando una sola fuente, una entrevista, un número que no cuadraba. Investigué más de 200 fuentes primarias y secundarias. Revisé reseñas perdidas, datos de Box Office Mojo, materiales de archivo, comentarios de actores, directores, críticos. Incluso descubrí las tensiones de rodaje que enfrentó Kenneth Johnson, creador de V, al dirigir la secuela sin el respaldo necesario para concretar su visión, entre otros hallazgos que te volarán la cabeza.
Cada hallazgo pedía su espacio. Cada capítulo abría una nueva pregunta.
El artículo fue ensayo.
Luego fue crónica.
Después análisis cultural.
Y al final, fue todo eso a la vez: un libro documental que no se escribió porque lo planifiqué, sino porque necesitaba existir.
La satisfacción de la construcción orgánica
Hay algo profundamente gratificante cuando un texto crece desde adentro. No desde la voluntad, sino desde la necesidad. A diferencia de otros libros míos —que parten de esquemas, de estructuras claras, de tesis predeterminadas— este se escribió siguiendo la lógica de los descubrimientos. Cada capítulo surgía de la pregunta que abría el anterior.
El análisis del contexto de 1986 llevó a los datos comerciales. Los datos revelaron tensiones de producción. Las tensiones explicaban el declive de la secuela. La crítica contemporánea confirmaba las sospechas. Y así, como una maquinaria bien engrasada, el libro fue encontrando su forma.
Incluso los días de escritura eran diferentes: había jornadas en las que salían 3,000 palabras sin darme cuenta. Era como si Johnny 5 hubiera estado esperando décadas a que alguien lo documentara con rigor, cariño y contexto.
Este es mi libro número catorce. A lo largo de los años he escrito sobre teología, crítica social, cultura popular, poesía y deportes. Pero este… este es diferente. No nació de un encargo, ni de una agenda, ni de una editorial. Nació de una simple pregunta, de esas que te asaltan una noche cualquiera. Y eso lo hace especial.
Mis libros anteriores eran más temáticos, a veces ensayísticos, otras argumentativos. Este fue más arqueológico. No buscaba probar una tesis, sino entender un fenómeno cultural que permanecía sin explicación. Fue un proceso detectivesco, pero con rigor académico, cuidado editorial y mucho corazón.
Hoy tengo el libro en mis manos —gracias a Lulu y Amazon— y todavía me parece increíble todo lo que surgió de una curiosidad inicial. Un ensayo que creció, se estiró y encontró una forma que no le había previsto.
¿Dónde conseguirlo?
📘 Ya está disponible en ambas plataformas:
🔸 Lulu – Recomendado para quienes quieren impresión de calidad editorial:
👉 Johnny 5: La saga que nunca fue – Lulu
🔸 Amazon – Ideal para alcance global:
👉 Johnny 5: La saga que nunca fue – Amazon
Recomiendo este libro no porque lo haya escrito yo, sino porque sigue sorprendiéndome cómo una simple pregunta puede llevar tan lejos. Porque la cultura popular también merece análisis serio, documentado, emocional. Porque Johnny 5 está vivo, sí… pero a veces hay que recordarle al mundo por qué.