[ÁNALISIS] Sociedad La Trinitaria: Una Respuesta Metodológica a la Crítica Histórica de Jose Guerrero.
La Trinitaria: Una Respuesta Metodológica a la Crítica Histórica
Repensando el Núcleo Fundacional y la Red Conspirativa en el Movimiento Independentista Dominicano
Introducción
La tesis del historiador José G. Guerrero sobre la historicidad de La Trinitaria plantea interrogantes metodológicas fundamentales sobre la construcción del discurso histórico nacional dominicano. Su cuestionamiento del silencio documental duartiano y la tardía aparición de testimonios sobre la organización secreta merece una respuesta académica rigurosa que no eluda la crítica, sino que proponga una interpretación alternativa basada en la evidencia disponible y el conocimiento comparativo de organizaciones clandestinas decimonónicas.
La presente respuesta no pretende desestimar la validez metodológica de las preguntas formuladas por Guerrero, sino ofrecer un marco interpretativo que concilie la crítica documental con la evidencia existente, distinguiendo entre el núcleo organizativo fundacional y la red extendida de colaboradores que caracterizó al movimiento independentista dominicano.
El Problema Metodológico: Ausencia de Evidencia vs. Evidencia de Ausencia
La crítica de Guerrero se fundamenta en un argumento ex silentio: la ausencia de documentación contemporánea de puño y letra de Duarte sobre La Trinitaria. Sin embargo, este enfoque metodológico presenta limitaciones significativas cuando se aplica al estudio de organizaciones clandestinas del siglo XIX.
Primero, la naturaleza inherentemente secreta de La Trinitaria implicaba la destrucción sistemática de documentos comprometedores. Como bien señala el propio Serra en sus testimonios, "la existencia de esta sociedad será igualmente secreto inviolable para todo" (Serra, 1887). La supervivencia documental de organizaciones conspirativas es, por definición, excepcional y fragmentaria.
Segundo, el Juramento Trinitario, que contiene exactamente nueve firmas y cuya autenticidad paleográfica no ha sido refutada convincentemente, constituye evidencia contemporánea de la existencia del núcleo fundacional. La precisión numérica de este documento coincide exactamente con las descripciones posteriores de la estructura organizativa, lo que sugiere autenticidad antes que fabricación posterior.
Estructura Organizativa: Núcleo vs. Red Extendida
Las aparentes contradicciones documentales que identifica Guerrero pueden resolverse mediante una comprensión más sofisticada de la estructura organizativa del movimiento independentista. La distinción entre el núcleo fundacional de nueve miembros y la red extendida de colaboradores, simpatizantes y "comunicados" es fundamental para interpretar correctamente las fuentes.
Los testimonios tardíos que incluyen nombres adicionales como Sánchez, Mella y otros no necesariamente contradicen la existencia del grupo original de nueve. Más bien reflejan la evolución natural de la organización y la incorporación de nuevos miembros en círculos concéntricos de confianza y compromiso.
Esta estructura organizativa de círculos concéntricos era típica de las sociedades secretas del período. La masonería, con la cual Duarte estaba familiarizado, operaba bajo principios similares de compartimentación y gradualidad en el acceso a la información. Cuatro de los supuestos trinitarios (Duarte, Ruiz, Alfau y Ravelo) eran masones, lo que sugiere la aplicación de metodologías conspirativas conocidas.
La Evolución Organizativa: De La Trinitaria a La Filantrópica
La transición de La Trinitaria hacia La Filantrópica no debe interpretarse como evidencia de la inexistencia de la primera, sino como una evolución estratégica natural. La correspondencia de Duarte mencionando La Filantrópica en 1865 no niega la existencia anterior de La Trinitaria, sino que refleja el cambio hacia una organización más amplia y menos clandestina.
Esta evolución responde a necesidades tácticas evidentes: una vez que la fase inicial de organización clandestina había cumplido su propósito de crear el núcleo conspirador, era necesario expandir la base de apoyo mediante una organización más visible y socialmente aceptable. La Filantrópica permitía incorporar a simpatizantes que no habrían participado en una conspiración política directa.
El Testimonio Tardío: Memoria vs. Construcción
Guerrero tiene razón al señalar que los testimonios sobre La Trinitaria aparecen décadas después de los hechos. Sin embargo, esta tardanza no constituye necesariamente evidencia de fabricación. El análisis de Roque Zavala sobre las diversas listas trinitarias aporta elementos cronológicos cruciales que matizan significativamente la crítica temporal.
La declaración temprana de Carlos Nouel (1866) constituye evidencia fundamental que antecede por más de una década a los testimonios que Guerrero identifica como sospechosos. Nouel publica que los integrantes de La Trinitaria fueron nueve apenas 22 años después de la independencia y inmediatamente después de la Guerra de la Restauración, cuando aún vivían numerosos testigos directos. Esta declaración temprana precede a la supuesta "rehabilitación" duartiana de los 1880s que Guerrero considera como período de construcción mítica.
La necesidad de mantener el secreto persistió más allá de 1844 debido a la inestabilidad política y las persecuciones posteriores. Los miembros del núcleo original se dispersaron geográficamente: algunos al exilio, otros integrados a facciones políticas divergentes. Solo cuando la figura de Duarte comenzó a rehabilitarse políticamente en las décadas de 1880-1890 fue seguro y políticamente conveniente revelar la participación en la organización fundacional.
La corroboración cruzada independiente fortalece la credibilidad de los testimonios posteriores. José María Serra, en su carta de 1883, critica específicamente "las imprecisiones de muchos de los que tratan el tema" y afirma que "la mención que se hacía de los nueve hombres de 1838 en la casa de doña Chepita Pérez correspondía a la verdad". Crucialmente, esta declaración fue corroborada independientemente por otros dos trinitarios supervivientes: el general Jacinto de la Concha y el coronel Juan Nepomuceno Ravelo, cuyas opiniones reforzaron la veracidad de los hechos.
Esta triangulación de fuentes independientes reduce significativamente la probabilidad de fabricación colectiva. La solicitud específica del padre Meriño a Serra para que documentara la historia de La Trinitaria en 1883 explica la concentración temporal de los testimonios, pero no invalida su contenido cuando existe corroboración múltiple e independiente.
La Evidencia del Juramento: Autenticidad y Significado
El Juramento Trinitario constituye la evidencia documental más sólida de la existencia del núcleo fundacional. Su contenido específico, que incluye referencias a "nuestra presidente Juan Pablo Duarte" y la descripción detallada de la estructura organizativa con "nuevemiembros fundadores, que formarán bajo juramento una base triple de tres miembros cada una", corresponde exactamente con las descripciones posteriores.
La precisión de este documento en cuanto al número de participantes, la metodología organizativa y los objetivos políticos sugiere autenticidad contemporánea antes que reconstrucción posterior. Si el documento fuera una fabricación tardía, sería más probable que incluyera nombres adicionales conocidos como Sánchez y Mella para amplificar su importancia histórica.
Los Comportamientos Políticos Posteriores: Coherencia vs. Traición
Guerrero critica que muchos supuestos trinitarios apoyaron posteriormente la anexión a España. Sin embargo, esta aparente contradicción se explica por la evolución de las circunstancias políticas y la diferenciación entre independentismo anti-haitiano e independentismo absoluto.
Los trinitarios que apoyaron la anexión española mantuvieron coherencia con el objetivo original de separarse de Haití, aunque no compartieron la visión duartiana de independencia absoluta. Esta divergencia no niega su participación en el núcleo fundacional, sino que refleja las diferentes interpretaciones del proyecto nacional que emergieron tras el éxito inicial de la separación.
Metodología Comparativa: Otras Organizaciones Clandestinas
El estudio comparativo de organizaciones clandestinas del siglo XIX en América Latina revela patrones similares de documentación fragmentaria y testimonios tardíos. Las logias masónicas, las sociedades carbonarias europeas y los movimientos independentistas como la Logia Lautaro en el Río de la Plata presentan características documentales similares: núcleos fundacionales pequeños, expansión mediante redes de contactos, destrucción sistemática de documentos y testimonios posteriores de participantes.
La ausencia de documentación contemporánea es la regla, no la excepción, en el estudio de organizaciones conspirativas. La supervivencia del Juramento Trinitario constituye, en este contexto comparativo, evidencia excepcional antes que insuficiente.
La Construcción de la Memoria Histórica: Proceso Natural vs. Manipulación
La rehabilitación de Duarte y La Trinitaria en las décadas de 1880-1890 debe entenderse como parte del proceso natural de construcción de la memoria histórica nacional, no necesariamente como manipulación ideológica deliberada. Todas las naciones independientes han experimentado procesos similares de definición retrospectiva de sus mitos fundacionales.
El hecho de que este proceso coincidiera con necesidades políticas específicas del período de Heureaux no invalida necesariamente la base histórica de los eventos narrados. La utilización política de la historia es universal; la cuestión metodológica relevante es determinar qué elementos de esa utilización se basan en hechos verificables.
Conclusiones: Una Interpretación Equilibrada
La evidencia disponible sugiere que La Trinitaria existió como núcleo conspirador fundacional de nueve miembros, tal como documenta el Juramento, pero que su importancia histórica debe entenderse en el contexto más amplio del movimiento independentista. Los nueve trinitarios constituyeron el círculo íntimo de la conspiración, mientras que la lucha independentista involucró a una red mucho más extensa de colaboradores, simpatizantes y "comunicados".
Esta interpretación concilia la evidencia documental existente con las críticas metodológicas válidas de Guerrero. Reconoce la construcción posterior del mito trinitario sin negar la base histórica de la organización original. Distingue entre el proceso legítimo de recuperación de la memoria histórica y la fabricación ex nihilo de eventos inexistentes.
La pregunta metodológica fundamental no debería ser si La Trinitaria existió, sino cómo interpretar correctamente su papel dentro del proceso más amplio de construcción de la independencia dominicana. Los nueve trinitarios fueron importantes no como los únicos protagonistas de la gesta independentista, sino como el núcleo fundacional que articuló la visión política y organizó los primeros pasos de la conspiración anti-haitiana.
En última instancia, la crítica de Guerrero cumple una función historiográfica valiosa al obligarnos a examinar críticamente las fuentes y los procesos de construcción de la memoria nacional. Sin embargo, una aplicación equilibrada de la crítica histórica sugiere que la existencia del núcleo trinitario tiene base documental suficiente, aunque su significado histórico deba entenderse dentro del contexto más amplio del movimiento independentista dominicano.
Referencias Bibliográficas
ALFAU DURÁN, Vetilio. Vetilio Alfau Durán en Clío. Escritos (II). Editora Corripio, Santo Domingo, 1994.
CASSÁ, Roberto. Padres de la Patria. Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 2008.
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